Carrera desgrana el plan municipal para minimizar contagios
Tal y como anunciara el Alcalde la semana pasada, el Ayuntamiento de Arcos ha puesto en marcha un programa de control y vigilancia de la enfermedad conocida como ‘fiebre del Nilo’. El delegado de Salud y Consumo, Diego Carrera, ha dado cuenta de los detalles.
Se trata de una enfermedad que afecta a las aves principalmente, y que es transmitida a otros organismos a través de la picadura de un mosquito, “circunstancialmente”, decía Carrera, también a personas, aunque dejaba claro que “en la Sierra no ha habido ningún caso de contagio en humanos”. De hecho, nuestro municipio se encuentra en nivel de riesgo 3 moderado según la Junta de Andalucía, por la muerte de un caballo en el ámbito rural, entre la Junta de los Ríos y Jédula.
Con estos condicionantes, “el Ayuntamiento ha hecho su trabajo”, manifestaba el concejal, al contratar a una empresa especializada para la elaboración del plan de control y su puesta en marcha. En él se establece una secuencia de actuación contra el mosquito transmisor, que gira en torno a tres acciones fundamentalmente:
Esto se hará fundamentalmente en el entorno del río Guadalete, el embalse, la red de alcantarillado y la estación depuradora, sistemas de riego, piscinas y zonas ajardinadas en polideportivos, edificios e instalaciones públicas como colegios, campos de fútbol y parques infantiles, etc. Los lugares privados de mayor riesgo son el campo de golf, los centros de tratamiento de neumáticos, las canteras, los núcleos zoológicos y las explotaciones ganaderas. En definitiva, todo aquel lugar donde pueda haber agua estancada, donde el mosquito cría. Carrera anunciaba que estos lugares privados recibirán la información oportuna por parte de la empresa contratada.
Con respecto a la ciudadanía, se ofrecen las siguientes medidas de prevención más importantes: principalmente, evitar la picadura en exteriores usando repelentes, ropa que cubra bien la piel, y procurar mantenernos alejados de lugares con agua estancado como fuentes, piscinas hinchables, lavaderos…
En definitiva, el consistorio pretende diagnosticar dónde pueden estar los riesgos para tratarlos y “minimizar el contagio en los vecinos”.